3 prácticas de agradecimiento para transformar hasta el día más gris
Últimamente mis días han estado bastante “gloomies”, grises; se me ha venido el mundo encima.
¿Se me ha venido el mundo encima, o tengo yo algo que ver?
Si, claro que tengo TODO que ver, porque cuando esto sucede es porque tengo puestos los lentes grises. Y claro, ¡todo se ve gris! Hasta se me olvida que si tan solo me cambiara de lentes, puedo elegir ponerme unos de color… ¡rosa!
Gracias a Dios, existe una práctica que puede transformar hasta esos días de lentes negros: la gratitud.
La gratitud tiene el poder de abrir el corazón y dejar que surja esa luz de nuestro interior a través de la cual, podemos ver todo de nuevo de color…rosa.
Y no hay mejor manera de cerrar el año que conectados con nuestro corazón a través de la gratitud. Por eso te comparto estas 3 prácticas que puedes fácilmente incorporar a tu día a día mientras cierras un capítulo más de tu calendario, para próximamente abrir un nuevo libro en blanco vibrando en el amor.
Tip 1: Puedes ponerte “recordatorios” por todos lados (en la casa, en la oficina, en el carro) con frases que te ayuden a no olvidar hacer estas prácticas.
Tip 2: Cuando te sientas “down” toma esta experiencia como un recordatorio de que es momento de agradecer.
TRES PRÁCTICAS DE AGRADECIMIENTO:
1. Decide empezar una práctica de agradecimiento, y sin dar marcha atrás, hazlo a diario.
2. Siéntate todos los días con cada uno de tus hijos y conecta con lo que agradeces o admiras de cada uno de ellos. Aprovecha la presencia de tus hijos para conectar con tu corazón.
3. Cuando empieces a ver todo tu mundo de color gris, haz una pausa para encontrar algo positivo, incluso si es una situación que parece terrible.
¡Mucha suerte!
Y no dejes de contarme como te fue y de compartir esto con tus seres queridos. Son prácticas que a todos nos pueden hacer la vida de color de rosa!