Dejemos de decir hijos adoptivos y estas etiquetas
Mi esposo tiene 3 maravillosos hijos de su primer matrimonio y nosotros tenemos una hija. En esta casa siempre se les ha dicho que son hermanos y punto. Jamás se ha usado el término “medios hermanos”, ¿por? Porque el amor trasciende barreras mentales y sociales. Y ni mi esposo ni yo queremos construir muros en el corazón de nuestros hijos, no queremos que carguen con nuestra maleta emocional, con nuestro dolor no resuelto. ¿Para qué crear diferencias entre ellos y hacerlos portadores de ese sufrimiento? No tiene caso ni beneficio.
Nosotros buscamos todo lo contrario, que exista una relación auténtica entre los cuatro, que crezcan sin manipulación y sin la responsabilidad de vivir y experimentar el dolor que, como adultos, no hemos podido sanar.
Por eso, estoy 10000% de acuerdo con Sandra Bullock con lo que dijo recientemente:
DEJEMOS DE DECIR HIJOS ADOPTADOS, SON HIJOS Y PUNTO
No necesitamos definir o etiquetar las diferentes maneras en las que somos mamás, papás o hermanos pues finalmente somos FAMILIA, familia creada con conexiones distintas, pero en el fondo sigue siendo lo mismo: FAMILIA.
Lo más increíble de todo esto es que cuando nos hacemos responsables de nuestro dolor y de cómo lo expresamos, estamos sanando nosotros en vez de perpetuar el dolor y el enojo.
Etiquetar relaciones como “medios hermanos”, “hijos adoptivos” o “familia disfuncional” es como aventar nuestra maleta de juicios y emociones a los demás. Este backpack o maleta es una carga muy muy muy pesada en especial para los chiquitos a quienes podemos lastimar de por vida.
Para ayudar a nuestros hijos a crear relaciones sanas hay que hacer mucho trabajo interno para hacernos conscientes de lo que pensamos y sentimos, y luego aceptarlo y resolverlo con la terapia o terapias que mejor nos funcionen. Hacernos responsables de nuestro dolor ese es un acto de valentía, evolución y de verdadero amor incondicional a nuestros hijos.