Mantén una comunicación constante durante la vacación, no solo antes de viajar. Por ejemplo, cada día antes de irte a dormir puedes platicar con ellos sobre lo que harán al siguiente día, o antes de subir al coche o antes de llegar a una nueva casa, explícales a donde van, platica acerca del trayecto que van a recorrer o del tipo de lugar al que irán. Así estarán mucho mejor preparados y les será más fácil enfrentar un cambio de rutina.
Recuérdale que siempre estarás ahí para apoyarlos y que puede decirte todo lo que no les guste y lo que les guste también. Se sentirán más tranquilos.
