Ningún niño debería vivir este sufrimiento
Ningún niño debería vivir este sufrimiento, por eso se nos hace chiquito el corazón cuando los vemos aterrados con el regreso a clases, con el inicio del kínder o con una experiencia nueva, porque en lo profundo de su corazón sabemos que esa no es la manera.
El martes pasado dejé a mi hija en su kínder por primera vez, fue espantoso. Se aferraba a mi con terror, había súplica en su mirada, su cuerpo, su ser. Se quedó llorando por más de 1hr. y todos creyendo que eso es normal.
No, no lo es.
Rogué por un proceso de desapego consciente, en donde se consideren los sentimientos de mi hija que son tan validos como los de cualquier adulto, recibiendo la respuesta de siempre: “solo la está manipulando, va a llorar unos días y se va a acostumbrar”.
¿Por qué creemos que el sufrimiento de un niño es normal y que debe de ser? ¿De verdad creemos que un niño tiene que sufrir para crecer?
No, no debe de ser así.
Cuando están en un estado de terror, como puede ocurrir en un primer día de clases, sus cuerpecitos se llenan de cortisol, la hormona del estrés, su sistema lanza la una alerta de emergencia y se pone en modo de “supervivencia”, y por ello después de un tiempo se agotan… Aún llenos de terror sobreviven a esa primer semana como zombis, desconectados de sí mismos… sí, así de grande es su dolor.
Bendito tiempo que todo parece sanarlo, finalmente se acostumbran a ese espacio que parecía aterrador, se acostumbran a que están a salvo y a que mamá va a regresar.
Empiezan las sonrisas y con los días, hasta el anhelo de regresar a ese lugar que ahora les hace feliz.
Pero ¿Qué pasó con ese sufrimiento? ¿Podríamos haberlo evitado?
Sí.
Siempre podemos elegir el amor y la conexión, estar de SU lado, entender el mundo desde sus ojos para así, acompañarlos a que descubran su verdadero valor, su verdadero lugar en el mundo y cómo relacionarse con él.
Sí, podemos hacerlo diferente, con consciencia, respeto y amor incondicional.
Conscientes de que es una situación profundamente retadora para ellos, genuinamente difícil, sabiendo que no tienen las herramientas neurológicas necesarias para entender lo que va a pasar, porque para eso, nos tienen a nosotros.
Respetuosos de su proceso y de la individualidad de cada niño, de las necesidades únicas de cada ser, sin juzgar, buscando entender y estar de su lado.
Amándolos incondicionalmente, aceptando su emoción, demostrando con nuestros actos, que vamos a poyarlos a que sea más suave.
Por eso propongo que todas las guarderías, maternales y kinder tengan un sistema de desapego consciente en el que se permita a los papás acompañar a sus hijos durante los primeros días de transición a una etapa nueva en sus vidas.
Te invito a que conozcas más de Maternidad y Paternidad Consciente y te sumes a este movimiento de Desapego Consciente respondiendo esta breve encuesta y sumemos fuerzas para transformar la manera en que aún se percibe a nuestros niños, el futuro de nuestra humanidad.
Actuemos hoy porque mañana, puede ser muy tarde.
Ana Rosa Casillas Tapia
Posted at 11:37h, 28 agostoMe encantó este artículo xq no me había puesto a pensar en eso, mi bb tiene 2 añitos y me gustaría saber q debo hacer para q mi bb no sufra cuando llegue el día q vaya a ir al kinder y si en esa institución no existe el desapego conciente? Gracias