Si van a haber más niños en tu vacación, los primos o hijos de tus amigos que son de la edad de tus hijos, con quién van a jugar y convivir, ayúdalos a mantener una buena relación. Siempre di algo bonito de cada uno, incluyendo a tus hijos. Presta atención a las cosa que tienen en común y hazlas más notorias, esto les dará oportunidad para afianzar sus lazos.
También presta atención a aquellas cosas en las que están en desacuerdo o que hacen de manera diferente y junto con los otros adultos, busca estrategias para prevenir pleitos. Estando todos presentes diles que si necesitan ayuda, ahí estarán para apoyarlos.
Cuando haya pleitos entre ellos (pues son inevitables) recuerda esta regla de oro de Maternidad y Paternidad Consciente: “Enfócate en la dinámica y no en los niños, no en la persona”.
En vez de decir: “María por qué le hiciste eso a Juan” en donde estarás contribuyendo a la dinámica de víctima y verdugo, enfócate en los hechos: “Oigo que Juan no quiere jugar con la pelota y que está diciendo que no, ¿lo escuchas?
Al intervenir de esta manera les ayudas a hacerse conscientes de los demás de manera que entiendan el por qué de las cosas además de que aprenden que los limites y deseos de los demás también importan. Continúa redirigiéndola para que busque soluciones.
María ¡mira! Aquí tengo esos colores, ¿quieres pintar tu algo?
O
Juan, veo que María también quiere jugar con la pelota, los dos quieren jugar con la pelota y solo tenemos una. ¿Qué podemos hacer?
Das una pausa para que entre ellos encuentren soluciones, si no se les ocurre nada, puedes tu sugerir pociones. Haciendo esto estarás:
-Ayudándolos a convertirse en personas que saben buscar soluciones.
-Disminuyendo la posibilidad de más conflicto entre ellos pues no habrá tensión de “gracias a ti me castigaron”.
-Enseñándolos a negociar y a sentir, escuchar e incluir al otro.
